Un millón de dólares por un fotograma. Así podría resumirse el conflicto que le apareció a Netflix en los últimos días. ¿Qué sucedió? Un hombre vio una foto suya en un documental de la plataforma de streamiing y decidió llevar a juicio a la empresa por el uso de su imagen.
La película del conflicto es "El mochilero del hacha", que desde el título resulta atractiva, tanto que su trama se volvió viral en varias partes del mundo.
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El film sigue la historia de Caleb McGillvary, un excursionista que llegó a la fama tras defender a una mujer de un ataque en una ruta de senderismo, y que posteriormente fue sentenciado por el asesinato de un abogado en Nueva Jersey, Estados Unidos.
La noticia en cuestión es que Taylor Hazlewood, un ciudadano de Kentucky, interpuso una demanda contra Netflix después de descubrir que una de sus fotos publicadas en Instagram había sido utilizada en uno de los pasajes del documental.
Tal y como señala, él jamás estuvo al tanto de que se le fuera a dar un uso comercial a la misma, ni recibió comunicación alguna sobre su utilización en el documental.
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Según publicó la revista especializada Variety, se denuncia la exposición de varias fotos de Hazlewood sosteniendo un hacha, tomadas de su cuenta personal de Instagram, que fueron acompañadas de un audio que decía: 'asesino a sangre fría'; un texto que leía: 'no se puede confiar en nadie'; además de otras fotos del condenado Caleb Lawrence McGillvary.
Hazlewood asegura en su presentación judicial que se trata de una foto que se hizo en junio de 2019, sosteniendo el hacha de un amigo, porque le recordaba a "su libro favorito de la infancia", la novela de Gary Paulsen, 'El Hacha'.
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¿Por qué un millón de dólares para recomponer su buen nombre y honor? Porque el demandante pretende cubrir los "daños" que este documental le habría generado en su vida.
"El suceso provocó un daño en su reputación, y también estrés, ansiedad y angustia", señala el documento legal. Además, esto habría resultado en un miedo continuo a perder un futuro empleo o relaciones, debido a la falsa creencia de que es peligroso o no se pueda confiar en él.
"El señor Hazlewood nunca ha sido contactado por Netflix o por nadie involucrado en la película, en relación al contexto original de su fotografía o exponiendo el uso de la misma," apuntó la abogada del afectado, Angela Buchanan, a Variety.
"Debido a la falta de la debida diligencia por parte de quienes tomaron y utilizaron la fotografía del Sr. Hazlewood y lo pusieron al lado de un asesino convicto, el Sr. Hazlewood tiene un temor constante respecto al impacto que la película tendrá en sus relaciones personales, su empleo y su reputación en general", acotó la letrada.
El caso está ahora mismo siendo investigado y, por el momento, la plataforma se niega a hacer declaraciones al respecto.
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