Irán instó a Israel a abstenerse de responder militarmente a su ataque sin precedentes, que se llevó a cabo durante la noche y que describió como una respuesta justificada al bombardeo que arrasó su consulado en Damasco. “El caso puede considerarse cerrado”, declaró la misión iraní ante la ONU en un comunicado emitido tres horas después del comienzo del primer ataque directo contra Israel que Irán llevó a cabo desde su territorio.
Ebrahim Raisi, el presidente iraní, alertó que cualquier acción “imprudente” por parte de Israel y sus aliados resultará en una “repuesta más fuerte” por parte de la República Islámica. Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, lanzaron más de 200 drones y misiles contra objetivos militares en territorio israelí.
El general Mohammad Bagheri, jefe de las fuerzas armadas iraníes, celebró que el ataque había alcanzado “todos sus objetivos” y dejó “fuera de servicio” un “centro de inteligencia y una base aérea”. Aclaró que los drones iraníes no apuntaron contra ningún centro urbano o económico.
El portavoz del ejército israelí informó que misiles balísticos iraníes impactaron en la base aérea de Nevatim. La misión iraní ante la ONU aclaró que la “acción militar de Irán es una respuesta a la agresión del régimen sionista contra nuestra sede diplomática en Damasco” y se llevó a cabo en base “al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas relativo a la legítima defensa”.
