
Nora González, quien convivía con Sebastián Wagner desde hacía nueve meses, confirmó que el día que desapareció la joven le vio rasguños y marcas en el pecho. También que estaba asustado. "Se puso triste y el lunes se fue con un bolso. Dijo que iba a trabajar al lavadero. Nunca sospeché que hubiera hecho algo", dijo González en una entrevista a Canal 9 Litoral. Además aseguró que "conocía los antecedentes pero le di una oportunidad".
Según el testimonio publicado por diario Uno, la mujer se mostró con lágrimas en los ojos y sostuvo: "Ahora me siento en riesgo yo, no tengo ninguna custodia policial. Estaba con un monstruo en mi casa".
Wagner es ex empleado de un frigorífico, donde se encargaba de matar a los animales, en 2010 este hombre abusó sexualmente de una estudiante luego de golpearla y robarle en su casa. Cuatro meses después violó a otra chica, a quien obligó a subir a su auto y luego la llevó a la fuerza a un parque.

En un juicio abreviado, después de ser reconocido por las dos víctimas y varios testigos, recibió una pena de nueve años en prisión. Dos años después surgió otro caso de abuso pasado en el que lo incriminaban, aunque no lo pudieron comprobar en la Justicia: el violador estaba encapuchado y ante la prueba del ADN, Wagner culpó a su hermano gemelo.
Los nueve años de condena fueron al final cuatro: luego de cumplir dos tercios de su pena en la cárcel, el Juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi, le dio la libertad condicional. En julio del año pasado, volvió a las calles.