Una vez más, y como parte de la intensa campaña del gobierno nacional para desligarse de sus responsabilidades en la desaparición del ARA San Juan, uno de los operadores mediáticos del oficialismo insistió con la culpabilidad de la administración anterior en los presuntos desperfectos del submarino.
En este caso, fue Pablo Duggan quien, cumpliendo al pie de la letra lo que dicta el relato oficial, repitió el argumento de "la corrupción" del kirchnerismo en las reparaciones del ARA San Juan. Ocurrió en la última emisión de Polémica en el Bar.
Sin embargo, estaba en la mesa el ingeniero naval Horacio Tettamanti, quien no le dejó pasar el intento. Ante la mirada atónita de Duggan,y con la aprobación de la mayoría de la mesa, el experto le explicó que, más allá de lo que pudo ocurrir con las contrataciones, existen controles totalmente independientes, efectuados por la propia Armada, que son los responsables de detectar si existe algún inconveniente en embarcaciones cuya seguridad es tan crítica.
El submarino, aseguró Tattamanti, "está sometido a un protocolo de pruebas muy riguroso que no lo hace la gente de compras, sino los mejores ingenieros navales con lo cual, la batería pasa o no pasa el examen independientemente de que haya sido comprada con o sin corrupción".
"Hay que saber que hay gente seria en nuestra Armada, y que le va la vida a sus camaradas, y que cuando hace las pruebas que tiene que hacer no le importa si hubo o no hubo 'choreo' con la compra", continuó.
El propio Chiche Gelblung, experto en operaciones si los hay, acotó: "Hay algo más grave que lo técnico. En estos momentos, hay una escandalosa operación, casi nauseabunda, donde todo lo que pasa en Argentina es culpa el gobierno anterior".
Por último, Tettamanti destacó incluso el rol de la propia tripulación en la revisión del submarino. "Va su pellejo ahí adentro", dijo. Tras lo cual pidió "respeto" por las tripulaciones, aclarando que "son héroes no solo en el momento en que mueren, sino porque están todos los días trabajando y son gente de primer nivel", todo ello ante los asentimiento de un Duggan que ya llevaba un rato largo callado.
