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Según la Academia, este año la mejor actriz es Brie Larson

La joven de 27 años cumplió con las expectativas que generó su actuación en "La habitación", con la que ganó el Globo de Oro, el premio Bafta y el Oscar.

Brie Larson, de 27 años, nacida en la ciudad californiana de Sacramento, cump?ió con las expectativas que generó con su actuación en el filme "La habitación", con el que ganó los Globos de Oro y los Bafta y se alzo hoy con el Oscar a Mejor actriz.

Larson comenzó su carrera como actriz Disney en el cine, luego sumo varios filmes para adolescentes a la que le siguieron comedias ligeras, hasta que llegó "Greenberg", con Ben Stiller, y "Scott Pilgrim" y el oscuro policial "Rampart" con Woody Harrelson.

Volvió a la comedia con "Comando especial", con Jonah Hill y Chaning Tattum, cayó en los brazos de Joseph Gordon-Levitt en "Don Juan" y soportó la adicción ludópata de Mark Mark Whalberg en "El jugador".

Sin vanidad alguna, la protagonista trabajó sin maquillaje, mostrando las imperfecciones del rostro de una mujer en cautiverio.

Incluso llegó a grabar un disco para Sony Music, pero durante un tiempo perdió los castings por papeles importantes con Evan Rachel Wood o Ellen Page para filmes como "Thirteen" y "Juno" y tuvo que sobrevivir haciendo de dj en las fiestas de Hollywood y, según sus palabras, llevándose a casa la comida del catering de los rodajes para poder comer.

"Nunca he sido un cliché y eso siempre ha ido en mi contra; no era tan guapa como para interpretar a la chica popular, ni lo suficientemente tímida para ser la amiga, así que nunca encajaba: me quedaba cerca, pero nunca lo conseguía y fue muy doloroso", suele decir Brie.

Hasta que Lenny Abrahamson le acercó el guión de "La habitación", inspirada en la dramática historia verídica del austriaco Josef Fritzl, acusado de encerrar y violar durante 24 años a su hija, con la que tuvo seis hijos. Ma, el personaje de Larson, transmite la inocencia y la desesperación por salir de la causa donde está cautiva y escapar de ese monstruo.

Sin vanidad alguna, la protagonista trabajó sin maquillaje, mostrando las imperfecciones del rostro de una mujer en cautiverio. Una palidez que acentuó huyendo de la luz encerrada en casa durante un mes, perdiendo cerca de 10 kilos y enfrascada en saber más sobre casos como el de Elisabeth Fritzl, Elizabeth Smart o Jaycee Dugard para hacer realidad su padecimiento. "Lo prefiero así, sin barreras, para mostrar cómo somos y poder acercar al público a un mundo que desconocen", señaló.

Sobre esa actitud anti diva y anti star system, Larson lo resumió al referirse a su lugar en la ceremonia de esta noche. "Demasiadas veces me he puesto un vestido y unos tacones intentando ser la persona que querían que fuera, y eso me hería. Se hacen fotos en esos eventos, y solo sirven para que las mujeres se comparen a sí mismas y se depriman. Así que mi vestido en la gala tiene que ser una representación de mí misma. No quiero ir como la idea que tiene alguien de mí, eso sería mentir", detalló.



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